Libertad Bajo Palabra

Y la democracia en el SNTE, como pa’ cuándo señor presidente

Alfonso Cepeda Salas y Andrés Manuel López Obrador FOTO: WEB

El 20 de marzo, el Gobierno Federal decretó la suspensión de actividades escolares y unos días después algunas instituciones también pararon actividades. Semanas antes, el actual Comité Ejecutivo Nacional del SNTE se pasó por el arco del triunfo a la misma Secretaría del Trabajo y no esperó el dictamen del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje sobre un reglamento de elecciones seccionales amañado, que limitaba a todas luces los derechos sindicales de jubilados y de maestros afiliados al SNTE con poca antigüedad. Poco después, el mismo Alfonso Cepeda anunciaba que se suspendían las elecciones seccionales en los estados que ya habían sacado la convocatoria, entre ellos Nuevo León, Baja California y Tlaxcala.

En ese ínterin, los maestros esperaban que en el mes de mayo, el actual comité del SNTE pudiera conseguir un incremento salarial digno ante las autoridades. No obstante, la Comisión Negociadora dobló las rodillas antes de misa y se conformó con un miserable aumento del 3.4 por ciento. Hoy el horno no está para bollo, el SNTE sabe que hay descontento entre el magisterio nacional, sabe que este enfado es como el huevo de la serpiente, antes de nacer ya se vislumbra que las cosas que vienen no serán nada placenteras.

Además, Cepeda Salas y camarilla se niegan a una elección de carácter nacional, saben que ahí tienen las de perder. Por eso siguen la máxima maquiaveliana de dividir y vencer. Saben que, si primero son las seccionales, desde la cúpula del poder podrán controlar el voto de los maestros en sus respectivos estados. Desde luego, que así será y eso sólo si los maestros se quedan con los brazos cruzados.