Al gobernador de Veracruz le queda como anillo al dedo ese viejo dicho de dominio popular que dice que no es lo mismo ser borracho que cantinero, y es que Cuitláhuac García cuando no era gobernador, adoptaba un papel de rebelde opositor. Se enfrentaba a los granaderos y a gritos exigía justicia, se sentía como pez en el agua. Por esa razón, muchos se fueron con la finta y creyeron que, ya estando en el poder, se preocuparía por los problemas de los veracruzanos, sobre todo de aquellos en desgracia.
Todavía eso parecía al principio de su gobierno, ya que, como muestra de buena voluntad, su primera reunión fue con los colectivos de desaparecidos en territorio veracruzano. Muchos creyeron que se habían sacado la lotería con un gobernante tan humano. Sin embargo, pronto descubrieron que el hijo del profe Atanasio era otro tipo de persona como gobernante. Muchos de estos colectivos se quejaban del trabajo de Jorge Winckler, no obstante, para acabarla de amolar la nueva fiscal sólo da largas y no sabe ni dónde está parada.
Cuitláhuac García rápidamente se peleó con los medios de comunicación y hasta se burló de ellos. Se pudo ver su mano represora cuando mandó a quitar de manera violenta a los manifestantes en las afueras de la pírrica Cumbre Tajín. Es más, salió a la luz su parte mentirosa, cuando le dijo al presidente y a millones de mexicanos que Eleazar Guerrero no era su primo, que en todo caso le preguntaran a su abuela, cosa que en este portal sí hicimos.
Hoy, con la vista del Ejecutivo federal, los familiares de los desaparecidos fueron el frijol en el arroz, el presidente pasó un mal rato al grado que el día de hoy martes 16 de junio, tuvo que dar explicaciones a toda la nación. Ni hablar, muchas veces los medios ya no quieren hablar de los yerros del Ejecutivo estatal, sin embargo, el hijo del profe Atanasio da para dar y prestar.
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