O sabe y se hace el que no sabe, o no sabe lo que debería de saber. Eso le pasa al presidente Andrés Manuel López Obrador. Como un verdadero día de campo, con manteles blancos con holanes rosa sobre el verde césped, así resultó la conferencia mañanera que dio el presidente López Obrador en las instalaciones del campo militar de El Lencero. Todo estaba preparado para ponerle el aceite aromático al gobernador más honesto de México, que decimos de México, del mundo. Según el Ejecutivo federal, la reforma electoral jarocha debería replicarse por todo el país. Y es que el sudoroso gobernador en su tropezada explicación, sólo dijo lo que le conviene.
Dijo que con esa reforma habrá un ahorro de 500 millones de pesos. Sin embargo, ocultó algo. Lo que mañosamente Cuitláhuac García no dijo es que esta reforma electoral llevaba en su interior la intención de rechazar por completo la revocación de mandato. De esa manera, le niega a la población veracruzana el derecho de decidir si quiere que el hijo del profe Atanasio continúe medio gobernando a los veracruzanos.
Con esta acción por parte del gobernador, queda demostrado que no es tan honesto como lo señala su mecenas político. Por cierto, el Ejecutivo federal no se cansó en señalar que Veracruz recibirá una de apoyos como nunca se ha dado en su historia. Desde luego, que los sesudos analistas veracruzanos saben que eso no es verdad. Esa sarta de promesas tan sólo es una estrategia para apuntalar a un gobernador que en los hechos no sirve absolutamente para nada.
Esa prensa que se acaba la tinta del tintero señalando ,criticando, acusando no la ví por ningún lado esos periodistas que nada les gusta nada les complace ,no los vi. Acaso tuvieron miedo al ridiculo ,quizá lo que escriben no sea todo verdad