En cuestión de política no hay casualidades, nada es gratuito, todos los hechos que se mueven son por intereses ocultos. Sobre todo en la política mexicana, donde la lucha de poderes casi siempre es violenta. Tenga por seguro que la sospechosa denuncia de Karime Macías, esposa de uno de los gobernadores que más han robado a Veracruz, contra el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares y contra el exfiscal Jorge Winckler por “persecución y acusaciones infundadas”, forma parte de un guion escrito por alguien que se resguarda tras las paredes de la Cuarta Transformación.
Lo peor de ello es que algunos medios de comunicación que forman parte del selecto grupo de “beneficiados” del gobierno del hijo del profe Atanasio, comienzan a exigir justicia en sus editoriales. Les hacen el caldo gordo para que sigan pegados a la ubre de la actual administración. Decimos que resulta sospechosa la denuncia ya que de manera sincrónica el jefe de la 4T se puso los guantes y esta mañana acusó que Jorge Winckler escondió varias órdenes de aprehensión. Es cierto que, si alguien la debe que la pague, pero que no se use la justica como estrategia electorera.
Si ya de por sí es cuestionable tanta visita del presidente a terruño veracruzano; por cierto ya con esta son 14 veces. Y es que no se necesita ser un analista político muy sesudo, para comprender que al presidente le preocupan las elecciones intermedias del 2021, donde se renovarán 15 gubernaturas, varios congresos y algunas alcaldías. Al menos en Veracruz, Morena no las tiene del todo fácil, sobre todo con el pésimo trabajo de varios alcaldes morenistas y del deplorable trabajo del propio gobernador.
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