«Los maestros y maestras han sido extraordinarios y trabajan como nunca por medio de las clases en línea, en la experiencia que tengo de mis nietos, ellos están conectados entre cuatro y seis horas en clases, y los maestros ahí dándoles sus clases a distancia, lo cual es una revelación. Ellos también son héroes y heroínas, pues no obstante la pandemia están dando sus clases día a día, es toda una experiencia y por eso nada volverá a ser igual», eso declaró la encargada de la política interna en la 4T, Olga Sánchez Cordero, a una pregunta que le hizo el periódico Milenio.
Sin embargo, los maestros no han visto muy claro aún la mano de la secretaria de Gobernación en el asunto de la democratización del SNTE. Es cierto que mucho tiene que ver la Secretaría del Trabajo que dirige Luisa María Alcalde, la joven funcionaria que fue cuestionada por tener a siete familiares trabajando en el gobierno de AMLO.
No obstante, da la impresión que al actual líder del SNTE se le solapan sus artimañas, pues antes de la pandemia, Alfonso Cepeda Salas, en conjunto con su camarilla enquistada en el sindicato magisterial y asesorados por el padre de Luisa María Alcalde, pretendieron dar un madruguete a los maestros, sacando las convocatorias de renovación de comités locales, sin antes ser validadas por la autoridad laboral, en varios estados del país.
Por esa razón, no sería mala idea que Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila, comenzara a mover sus hilos, para que se lleve a cabo, una de las peticiones más generalizadas por los maestros. No importa que no llame héroes a los maestros, lo que en estos momentos importa es la verdadera democratización sindical.
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