En redes sociales se pueden ver las caravanas con decenas de autos que llevan familia y amigos, ciudadanos que protestan y que piden que López Obrador deje de gobernar el país. Por supuesto, el presidente de la República no les va a hacer caso, no le hace caso ni a su gabinete. Lo prudente sería que López Obrador se asomara a este tipo de protestas que conforme avanza su gobierno se hacen más nutridas y recurrentes.
A veces, es el mismo desdén del presidente lo que enerva más a algunos ciudadanos, que se animan a sumarse a este tipo de manifestaciones, aunque no estén de acuerdo con ellos. Una buena parte moderada no desea que AMLO deje el gobierno, esos moderados sólo desean que el presidente deje de ser obcecado y corrija el rumbo que está dejando al país en la lona.