La ventana del alma

Ventana
Los ojos, la ventana del alma FOTO: WEB
- en Opinión

Alberto Calderón P.* / En una reunión en donde hay bastante gente, el ruido provocado por las voces, la música con volumen alto, nos encontramos con unos amigos platicando alegremente, en otro sitio del mismo salón una persona levanta la vista y como en una sincronía premeditada, se encuentran las miradas, podría ser la escena de una película, pero es también la vida real. Dos personas que no se conocen, se conectan, se identifican con la mirada, existe una curiosidad mutua que puede durar milisegundos, suficientes para saber que se miraban mutuamente.

Esa es una forma de comunicación que apareció y se desvaneció, pero la mirada no solo es esa empatía como una descarga de un rayo en la noche que ilumina y una vez pasado vuelve a la oscuridad. También las miradas pueden confundir al interlocutor, podríamos percibir extrañeza si al estar hablando con alguien, este apartara la vista de nosotros evitando mirarnos a los ojos, con esto pueden suceder varias cosas, como molestia o rechazo. Esto puede deberse a que encontrarse con una mirada de inmediato involucra una serie de procesos mentales, es una primera forma de comunicación entre dos entidades cerebrales. En una charla entre dos personas, el contacto visual es imprescindible, es un ser consciente que te esta observando, juzgando, buscando signos. No solo el cerebro es capaz de leer emociones complejas de los músculos del ojo.

La gente de la ciencia investiga desde hace mucho tiempo el poder de la mirada y sus resultados son sorprendentes, una mirada directa hacia otra persona puede interferir para mantener la información en la mente, para poderse concentrar muchas veces es necesario romper el contacto visual, algunos psicólogos sugieren a los niños cuando les hacen preguntas verbales y sintiendo la mirada que desconcentra, voltear hacia otro lado para concentrarse y responder.

El contacto visual que podríamos definir como normal se da en alrededor de tres a nueve segundos máximo, la química del contacto visual sigue si los pasos de ambos los hacen acercarse, si esto sucede entrarían en otro tipo de contacto por lo que se llama mimetismo de pupila, las pupilas de ambos se contraen y dilatan en sincronía como una danza ocular. Los científicos llaman a esto como una variación del brillo de los ojos.

Una mirada puede contener variados significados que emanan del emisor transmitiendo emociones y se instalan en la vista del receptor, estos pueden ir desde el rechazo, discriminación, miedo, asombro sospecha y otras emociones. Así lo menciona Adams, RB, Kleck en su propuesta llamada Efectos de la mirada directa y evitada sobre la percepción de la emoción comunicada facialmente.

Finalmente vemos como los seres humanos nos encontramos perfectamente adaptados para interpretar las señales faciales, en el caso de los ojos cuando se amplían es una señal de excitación por parte de quien lo expresa, con esto se demuestra que la persona destaca un evento dentro del entorno en el que está. Por eso cuando mires a una persona a los ojos piensa que quizá sea la forma más cercana de hacer contacto con su cerebro, por eso dicen que nuestros ojos son la única parte del cerebro que se encuentra expuesta al mundo, con una mirada puedes tocar el alma de las personas.

Por favor sea feliz.

 

* Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores (REVECO).

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