Edgar Hernández* / En el marco de la crisis por hambre agudizada por la pandemia del coronaviris emerge la nueva cara social de las organizaciones criminales al ponerse del lado de las mayorías con la entrega de millares de despensas que el pueblo “bueno” –y también el no tan bueno- agradece y aplaude.
En abierto las organizaciones criminales se entregan a la lucha social, a la mitigación de las necesidades alimentarias, al control sanitario de pueblos y ciudades.
Con permiso de la autoridad se lavan la cara y se convierten en los nuevos “Chucho, el Roto” mientras la autoridad hace como que le habla la virgen.
Voltea para el otro lado a sabiendas que si la Federación ya dio luz verde por qué no habría de hacerlo el gobernador Cuitláhuac García.
A la cabeza, por tanto, se ha colocado el Cártel Jalisco Nueva Generación con una admonición disfrazada de parte de la Secretaría de Seguridad Pública del “¡ya te vi!” o un falsario boletín en donde consigna que ya fueron detenidos cuatro -¡Imagínese usted, cuatro- repartidores de despensas en el municipio de La Perla cuando fue en 19 municipios, incluido Xalapa, donde se realizaron las acciones de reparto.
Los Zetas, Zetas Vieja Escuela, Sangre Nueva Zeta, 35 Z, el Grupo Sombra, los “Caguamos” las organizaciones de huachicoleros independientes, así como el Cartel de Xalapa y el Cartel del Siglo, de reciente creación, tendrán ahora que aplicarse por dejarse comer el mandado ya que el Jalisco Nueva Generación trae nuevas estrategias.
Tal vez tendrán que implementar programas de salud o cuadrillas de obra pública para construir carreteras o de plano meterse de lleno al turismo, pero algo… algo tendrán que hacer para posicionarse ya que el “negocio” no espera y la pandemia un día se terminará.
Total ya todo quedó en abierto y en nada ofende al gobierno la participación en abierto de esas organizaciones en la vida pública nacional, pareciera incluso que responde a una acción concertada a nivel república ya que lo que está en juego no es poco.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE, ha revelado que Los puertos de Manzanillo-México, Veracruz, Lázaro Cárdenas y el de Coatzacoalcos están en manos del CJNG, pieza clave para la introducción de los precursores químicos que después son vendidos en todo el mundo como metanfetaminas, heroína y fentanillo procedentes de China.
A través de la Dirección de Aduanas ha puesto a disposición criminal los 102 puertos y 15 terminales en donde están distribuidos los puestos aduanales y donde, es un hecho, que hay presencia delincuencial al igual que en los 58 puertos y terminales del Pacífico y 59 del Golfo de México.
Al año se mueven por las 49 estaciones aduaneras el equivalente a 450 mil millones de dólares por exportaciones y 464 mil millones de dólares por importaciones.
Por tanto, ¿cuánto representa en dinero comprar mil, diez mil o cien mil despensas para el pueblo si a cambio tienen magna ancha para lo otro?.. Ese es justamente el interés social que plenos de alegría están dispuesto a pagar las veces que sea necesario.
Y no solo eso.
Desde el arranque de la pandemia se ha observado como convoyes de camionetas con hombres armados patrullan las carreteras para vigilar se acate el confinamiento sanitario. Hay incluso ciudades en el estado de Guerrero donde se impuso “toque de queda” a partir de las seis de la tarde y en Sinaloa, por “órdenes de los chapitos”, la gente no puede salir de sus casas por las noches.
En Morelos, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz, Jalisco, Guanajuato y Chihuahua el crimen organizado, realiza incansables recorridos repartiendo dinero; poniendo manteados con instrucciones y disponiendo medidas sanitarias.
Así, las organizaciones criminales a querer o no, se han convertido en las autoridades sanitarias de facto para contener el coronavirus.
Ese es el alcance de las nuevas reglas de juego.
Así que, ¿Por qué ponerse tan roñosos si todo está pactado?
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
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