Son cuatro los diputados que vendieron su voto a Morena para que se frenara la revocación de mandato en Veracruz: Andrea Yunes del Verde, Alexis Sánchez de MC, Antonio García del PRI y Rodrigo García del PAN. De Andrea Yunes no extraña, es hija de Héctor Yunes Landa; de Rodrigo García no extraña, es hijo de Ricardo “Wikipedia” García Escalante. Este tipo de diputados junior sabe que la democracia en este país es un cheque en blanco; aprendieron de sus padres que el voto tiene un precio y que quien le ponga suficientes ceros a ese cheque, ellos votarían hasta por la expulsión de sus abuelas de Veracruz.
No tienen moral ni ética. Los otros dos diputados, Antonio García del PRI y Alexis Sánchez de Movimiento Ciudadano, dos completos desconocidos, saben que es su última oportunidad para hacerse de un buen patrimonio.
Como los dos anteriores, no les importan las consecuencias de lo que voten, les importa más el dinero que les aporten para un retiro prematuro. Ahora sus partidos salen con que los van a expulsar, ¿y cómo para qué? El daño ya está hecho. Lo mejor sería que pensaran a quién le dan una candidatura o una plurinominal.
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