“Morena, la esperanza de México” ese fue el slogan del Movimiento Ciudadano que en 2015 logró su registro como partido político. Pocos años después, ese movimiento encabezado por el ahora presidente de la República tuvo la visión de saber encausar para su propio beneficio el enorme resentimiento social que generaron los últimos tres sexenios.
Andrés Manuel López Obrador conocedor de su punch, se permitió algunos excesos en las nominaciones de sus candidatos, y en la vorágine de su próxima victoria, sugirió al respetable electorado que votaran por todos los candidatos de Morena. Esa petición hoy está pasando la factura en la mayoría de los estados donde gobierna la esperanza de México. No podemos dejar de mencionar la rebatinga barata por el poder que sostuvo Yeidckol Polevnsky con sus correligionarios, a nivel nacional. Esa riña mando un mensaje nada positivo al electorado.
En Veracruz, el trabajo político y el modo de gobernar de Cuitláhuac García junto con el pésimo trabajo del alcalde de la capital del estado, están escribiendo la crónica de una muerte electoral anunciada para el 2021 y para el 2024.
Eso sin contar las fuertes acusaciones de nepotismo y corrupción entre sus funcionarios más cercanos. Claro que la mayoría sabe que el presidente de México en cuestión de lides electorales, es una verdadera chucha cuerera y, no se descarta que para evitar la derrota en las urnas de algunos candidatos, tendrá que comenzar a sacrificar algunas piezas, incluido al propio gobernador, Cuitláhuac García Jiménez.
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