Pero Zenyazen no tiene operadores, sólo compañeros de sus actividades antiguas, es decir strippers y cadeneros de antros, distribuidores de droga y vendedores de partes robadas en Las Choapas. A esos puso a operar sin entender que esa gente sólo iba tras la ganancia sin importarle las formas.
Drogas, contratos a amigos, financieras con “licencia para robar”, el dinero de las cafeterías, obras que se pagaron y que nunca se realizarán, la venta de plazas, el nepotismo y muchas cosas más han quedado al descubierto. No hay manera de ocultarlas; la mayoría de estos negocios apuntan a Zenyazen Escobar. ¿Por qué sigue entonces Zenyazen en la SEV? Por el aprecio que el gobernador le tiene a este sujeto que tarde o temprano lo va a empinar; sino es que ya lo empinó.