Según el testimonio de Alondra, el pasado quince de abril sacó a su perro a pasear en la mañana antes de ir al trabajo. La doctora en ese momento llevaba su bata y su uniforme blanco puesto. De repente la especialista escuchó a alguien gritar y cuando volteo a ver qué sucedía, una persona le aventó el cloro en la cara salpicando además parte del cuello y hombro.
Segundos después del ataque, Alondra Torres se limpió el cloro de la cara impidiendo que el líquido para desinfectar entrara a sus ojos: «Quiero pensar que estaba diluido, porque no alcanzó a quemarme, y me fui a atender con una amiga oftalmóloga», expresó la doctora. Luego de haberse ido a checar Alondra Torres declaró que es entendible que la gente tenga miedo, pero que ese no es motivo para atacar a un doctor. Pero la gente ignorante sigue pensando que los médicos y enfermeros son una vía de transmisión del Covid-19.