La politiquería del Cuic lleva a Veracruz al desfiladero; ¡vaya desilusión!

Cuitláhuac García Jiménez FOTO: WEB

No le quedaba de otra, no sólo por lealtad partidista, sino también porque es su única tabla de salvación. Cuitláhuac García, gobernador intangible del estado de Veracruz, tuvo que apechugar y cerrar filas con el presidente y apoyar el Pacto Fiscal Federal. Mientras otros estados como Nuevo León, Coahuila, Jalisco y Tamaulipas piden que sea revisado dicho acuerdo, Cuitláhuac García, presto y expedito, se pronuncia a favor de lo que dicte y mande el señor presidente. Y es que el hijo del profe Atanasio no da una en Veracruz, mire a donde mire; la mayoría de los miembros del gabinete siguen las mismas pisadas de él.

En salud, Ramos Alor no da una con el tema del Covid-19, los hospitales del terruño están para llorar. Desde luego que con esta pandemia el turismo se encuentra estancado, pero ya desde antes, la folclórica titular sólo se la pasaba comiendo golosinas con cargo al erario público. En la SEV, el consentido del Cuic, Zenyazen Escobar, ya no sabe en qué gastar los moches de las cafeterías escolares y de las financieras que, como lobos, triplican los préstamos de los maestros.

Pero el problema mayor radica en Palacio de Gobierno, la presencia de Éric Cisneros, su manera oscura de hacer política y su mala sangre con los medios de comunicación, impide que las pocas obras y acciones gubernamentales lleguen a la sociedad veracruzana. Desde luego que mucho tiene que ver el trabajo desfasado que hace el encargado de Comunicación Social. Eso señores, eso es politiquería.

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