Ella trabaja de taxista en Ecatepec, Estado de México, y Juan Eduardo se hacía cargo de algunas tareas en su casa, cuidaba a sus hermanos, entre otras labores. Adriana, una mujer de 37 años, madre de Juan Eduardo, relata que el día que acudió a que le hicieran el último examen para darla de alta después de padecer por el coronavirus, su hijo se quedó en casa. Por las lluvias el agua se metió a su hogar y el joven quiso encender la bomba para sacar el agua, pero entonces se electrocutó.
Cuando Adriana regresó a casa, ya dada de alta, con ganas de abrazar a sus hijos, se enteró que Juan Eduardo había muerto electrocutado. «Juan Eduardo era la alegría de la familia; un niño solidario y lleno de amor», recuerda la madre quien sobrevivió al Covid-19 y ahora tendrá que superar la muerte de uno de sus hijos.