Señala una revista de salud que «quedarse en casa es una de las medidas más eficaces para frenar la propagación del virus que causa la enfermedad conocida como Covid-19, además del lavado frecuente de manos y mantener la distancia de seguridad de metro y medio entre las personas». Las mismas autoridades de Salud de México iniciaron con la campaña “Susana distancia”, que indica un “aislamiento preventivo” que incluye quedarse en casa y sólo salir cuando sea verdaderamente esencial. Sin embargo, el presidente de México sigue contradiciendo a sus expertos.
El día domingo grabó un video en donde manda al carajo todas las recomendaciones de sus expertos en salud, junto con las recomendaciones de la Organización Mundial de Salud. No dejen de salir, dice el presidente. «Si pueden hacerlo, sigan llevando a la familia a comer a los restaurantes». Al principio del sexenio algunos pensamos que Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, considerado la “mano derecha” de AMLO estaba ahí para controlarlo, para taparle la boca cuando fuera necesario.
Así lo hizo en un principio, cuando el presidente se estaba peleando con los banqueros. Pero después de eso AMLO dejó de escuchar a Romo, tanto que éste en algún momento entregó su renuncia, pero no se la aceptaron. En este momento no hay nadie que calle al presidente, nadie le puede pedir mesura y mucho menos decirle que se equivoca.
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