Megan Hess de 43 años y Shirley Koch, de 66 años abrieron la funeraria “Sunset Mesa” en Colorado, Estados Unidos. Al mismo tiempo la madre y la hija iniciaron un negocio de servicios para donantes sin fines de lucro. De acuerdo con el Distrito de la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos, las mujeres ofrecían a los familiares servicios de cremación en Colorado, pero antes de cremar, abrían los cuerpos y vendían los restos a otras personas. En la investigación las autoridades señalan que las mujeres vendían a clientes las partes del cuerpo que después eran usadas con fines científicos, médicos o educativos sin permiso de los familiares.
La madre y la hija se hicieron de mucho dinero con el negocio que tenían. Las dos mujeres fueron descubiertas luego de que alguien colocara una cámara en sus oficinas y en los videos se advierte como las mujeres, antes de cremar los cuerpos marcaban a sus clientes para ver si no se les ofrecía alguna parte del cuerpo que les habían dejado.
La noticia causó mucha indignación y coraje entre las personas, pues muchos de ellos dejaron a sus familiares con ellas para que los cremaran, sin saber que antes de que los cremaran estas mujeres los abrían y vendían partes del cuerpo para obtener ganancia económica. Megan y Shirley fueron arrestadas por venta de órganos humanos sin el consentimiento de la ley ni de los familiares.
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