Ramón, al ver que los dos hombres que venían en moto se detienen en el mismo lugar donde estaba él, se echa hacia atrás. Cuando observa que uno de los hombres se baja y saca su arma del pantalón, se queda paralizado. El hombre que saca el arma detona siete balazos en el cuerpo de Ramón, de los cuales cuatro le dieron en el pecho y los otros tres en la cabeza.
El amigo de Ramón ya sabía lo que iba a pasar, pues solo se hace a un lado mientras le quitan la vida a Ramón. Entre las personas ha causado indignación la manera tan vil del amigo de Ramón ante el asesinato, pues cuando ya ha terminado la ejecución se sube a su moto y se va sin tan siquiera voltear a verlo. Después, los presuntos asesinos tomaron sus motocicletas y se retiraron, en sentido contrario, sin que autoridades se dieran cuenta de lo sucedido.