«Empezamos a revisar y pensar que era una pastilla, pero no estábamos cien por ciento seguras. Dejamos que el hielo se derritiera y pues era obvio, era una pastilla», escribió la joven en sus redes sociales. Las jóvenes, al ver que sí era una pastilla, tomaron la decisión de ir y reclamarle al gerente del lugar, pero cuando el gerente escuchó el reclamo, tomó una actitud prepotente.
El gerente les dijo a las jóvenes que si hacían público dicho hecho, iban a haber repercusiones; en manera de amenaza les dijo que mejor se quedaran calladas. La joven terminó su mensaje en redes sociales diciendo lo siguiente. «¿Por qué tenemos que estarnos cuidando hasta lo que tomamos y comemos? ¡Por favor, cuídense!, revisen bien qué y cómo les sirven».