Ese pinche conjunto de ideas políticas y económicas capitalistas que define la no participación del Estado en la economía, dejando por fuera cualquier injerencia gubernamental, fomentando así la producción privada con capital único sin subsidio del gobierno, fue el autor intelectual del cobarde asesinato de la pequeña Fátima, según las entendederas del presidente. Los principales postulados de esta doctrina política económica gubernamental, fueron los únicos culpables de que la pequeña Fátima muriera para pasar a formar parte de las fatídicas estadísticas de muertes en este país.
Y es que para Andrés Manuel López Obrador, los aspectos sociales del neoliberalismo y los voraces tratados comerciales no han disminuido la desigualdad y la inadecuada distribución de las riquezas. La pobreza aumenta y la distancia de alcanzar una estabilidad económica por parte de las clases inferiores es sumamente lejana, y seguramente es ahí donde coloca a los verdaderos asesinos de la pequeña Fátima, asesinos que son producto de la pobreza.
Sin embargo, eso no consuela a las masas tuiteras, que se erigen como verdugos y jueces, de acuerdo a su conveniencia y estado anímico. Aunque hay que reconocer que también hay funcionarios quedabién que, en lugar de calmar los ánimos, los caldea más; ahí está Martí Batres quien posteó en su cuenta de Twitter:
«Es cierto. El feminicidio, como se conoce en nuestros días, es producto del neoliberalismo. Ciudad Juárez lo demuestra. Trabajadoras de las maquilas fronterizas, lejos de sus ciudades de origen y sus familias, sin red de protección social, fueron las primeras víctimas».
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