Ejército de comunicación de Cazarín

Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / AUNQUE LA pretensión del diputado local, Juan Javier Gómez Cazarín –contada a sus confidenciales- es convertirse en diputado Federal en el 2021 y, posteriormente en 2024 buscar la Senaduría o, incluso, la gubernatura, ya que esos sueños “guajiros” son comunes en políticos aldeanos acostumbrados a comprar conciencia y marearse sobre un tabique, lo cierto es que la aspiración no es ilegítima, por el contrario, todo ciudadano tiene derecho a crecer y soñar, y el oriundo de Los Tuxtlas ha ido colocando los block necesarios para armar su estructura, primero sacando de la jugada a José Manuel Pozos Castro que le resultaba un contrapeso en la Presidencia de la Mesa Directiva, pues se quiera o no aceptar, era quien aparecía en la foto al lado del Gobernador Cuitláhuac García Jiménez en eventos especiales, y al primero que se le llamaba como una especie de “bombero” para solucionar conflictos que afectaban al Ejecutivo. Pozos Castro nunca hizo a un lado la tentación de convertirse en Secretario de Seguridad Pública, y de acuerdo a cercamos colaboradores, hasta azuzaba a los medios de comunicación en contra del inoperante Hugo Gutiérrez Maldonado que, a decir verdad, no da una como garante de la tranquilidad de los Gobernados, ya que no pasa día sin que ocurran asesinatos o secuestros, como el suscitado en Chinameca que tiene molesto a medio Minatitlán, luego de que el viernes el ingeniero de la empresa Maseca, Miguel Ángel Lizárraga fue secuestrado por sujetos armados que pedían una fuerte suma por devolverlo sano y salvo, y al no cumplirse sus pretensiones fue asesinado y su cuerpo encontrado esta mañana, hecho que causa indignación sobre todo porque está demostrado que ni al gobernador Cuitláhuac García Jiménez ni a la Fiscal, Verónica Hernández Giadáns les interesa la seguridad de los veracruzanos, entretenidos como se encuentran en descubrir nuevos pasos de baile.

GOMEZ CAZARIN, decíamos, buscó el momento oportuno para zafarse la sombra de Pozos Castro, y hasta permitió que llevara íntegramente las negociaciones o acuerdos internos para desbancar al Fiscal, finalmente, destituido Jorge Winckler Ortiz, y cuando ya tenía todo listo, esto es, los votos suficientes para desconocerlo, varios legisladores, incluidos del Movimiento de Regeneración Nacional le dieron la espalda, dejándolo dos veces en ridículo, aunque versiones subrepticias aseguran que ahí tuvo que ver la mano del diputado Juan Javier para evidenciar la ausencia de consensos del tuxpeño que finalmente fue echado de la dirección de la mesa directiva, siendo sustituido por un diputado no menos ambicioso que Gómez Cazarín, en este caso, Rubén Ríos Uribe que es gente del grupo de Manuel Huerta Ladrón de Guevara, delegado Federal en el Estado, y sumiso al poder que emana del Presidente de la Junta de Coordinación Política, que al fin y al cabo es quien maneja los dineros del Congreso del Estado y, por tanto, con semejante dominio puede, incluso, comprar conciencias, como lo hizo posteriormente al acordar el pasado 19 de Septiembre la “remoción temporal” del, entonces, Fiscal General, el panista Jorge Winckler Ortiz y el nombramiento de Verónica Hernández Giadans, funcionaria con un cargo menor en la Secretaría de Gobierno, impuesta por el titular del ramo, Eric Patronicinio Cisneros Burgos. La operación ya se había cabildeado entre los legisladores de la permanente, incluidos del PRI que esta vez, a diferencia del pasado, votaron a favor, lo que fue un duro golpe para el PAN pero un jugada maestra de MoReNa que de esa forma se sacudió, de una vez por todas, al incómodo Fiscal y al engreído Pozos Castro

TRAS AQUELLO, Gómez Cazarín se subió a los cuernos de la Luna, a tal grado que a partir de entonces el diputado ha conformado un ejército de seguidores en Los Tuxtlas, distrito por el que desea contender en el 2021, y dicen los que saben que tiene una lista de portales y reporteros a los que paga fuertes sumas mensuales para que hablen bien de su persona e, incluso, si se puede mejor que del Gobernador García Jiménez y del mismísimo Presidente Andrés Manuel López Obrador, instrucción que se ha venido cumpliendo puntualmente, pero a muchos legisladores ya comenzó a preocuparles la ambición desmedida de Cazarín, por lo que a propósito de la reforma a la Ley Orgánica del Poder Legislativo que ordena, por decreto, dar a conocer las declaraciones patrimoniales y de interés de los servidores públicos del Congreso del Estado, y que deroga diversas disposiciones para limitar el registro de la situación patrimonial del Poder Legislativo sólo a la declaración de sus funcionarios, hay quienes dicen que esa medida es urgente ya que ha trascendido que el propio presidente de la Junta de Coordinación Política, Juan Javier Gómez Cazarín, en lugar de poner el ejemplo sobre el manejo escrupuloso de los recursos estaría usando el dinero a discreción para financiar portales y medios de difusión a su servicio con el objetivo de colocarse como el mejor y más grande legislador que ha tenido Veracruz en la historia.

Y NO es algo criticable si se considera que Gómez Cazarín viene de la aldea, y de pronto la suerte le sonríe a tal nivel que tiene a su disposición los dineros del Congreso. Por ello el pasado 23 de Enero se aprobó el dictamen con proyecto de Decreto propuesto por el diputado integrante del Grupo Legislativo de Morena, Wenceslao González Martínez, con el propósito de ajustar ese ordenamiento a lo establecido en la Constitución Política del Estado en relación con las facultades del Poder Legislativo sobre la recepción y registro de las declaraciones patrimoniales de los servidores públicos. Con el dictamen quedaron derogadas las atribuciones del Secretario General el Congreso, quien llevaba el registro de la situación patrimonial de servidores públicos estatales y municipales, los cuales se harán públicos en los términos establecidos por la ley, y ahí se verá quienes se están enriqueciendo.

SIN EMBARGO en aras de la trasparencia que tanto pregona el Gobernador –pese a los elevados niveles de subejercicio-, es necesario que se esclarezca con cuanto y porque el diputado Gómez Cazarín está financiando medios de comunicación en su región y en Xalapa, cuando ni siquiera el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez ha hecho lo propio, sobre todo porque no es dinero del legislador sino producto de las contribuciones de quienes pagamos impuestos. Aclaramos, no estamos en contra de que se paguen servicios periodísticos, pero que sea transparente y no solo a modo como pretende el tuxtleco que de esa forma busca consolidarse como aspirante a la diputación Federal en el 2021 y, si sus sueños se lo permiten, al Senado en el 2024 o, incluso, a la mismísima Gubernatura, que al fin y al cabo, como bien decía el insigne Pedro Calderón de la Barca: “Sueña el rey que es rey, y vive con este engaño mandando, disponiendo y gobernando; y este aplauso, que recibe prestado, en el viento escribe, y en cenizas le convierte la muerte, ¡desdicha fuerte!”. OPINA [email protected]