“Con la modernidad, con los vehículos automotores de labranza de la tierra, ha perdido total sustentabilidad y uso el asno mexicano«, explicó a Efe Germán Flores, colaborador, desde su fundación, de la Asociación Mexicana Burrolandia México.
Desde su llegada a México en 1521 el asno fue de gran ayuda para los campesinos en México, llegando incluso en un momento a que cada familia de campesinos tenía por lo menos a uno en su familia. En 1991 la población era de 1,5 millones de ejemplares siendo aun en aquellos años primordial para labores de campo. 16 años después el censo de burros bajó considerablemente, llegando a 585 mil asnos; trece años después la población de burros bajó a 300 mil asnos.