Para tener la lengua larga, hay que tener la cola corta. En política como en la vida, esta frase encierra mucho de verdad, refleja la congruencia que debemos de tener al expresarnos, pero sobre todo validar lo que somos y lo que hacemos. Por esa razón, el proverbio bíblico señala que del corazón, habla la boca. Y es que, en estos últimos días, el actual secretario del SNTE, Alfonso Cepeda, ha hecho mucho ruido con las declaraciones que ha hecho. Este personaje ha dicho que no iba a permitir que «ningún órgano externo organice nuestras elecciones». Así se expresó, seguramente refiriéndose al Instituto Nacional Electoral (INE), ya que tiene pocos días de haberse firmado un convenio de colaboración entre la Secretaría del Trabajo y el INE para garantizar el ejercicio pleno de la democracia en las elecciones del sindicato magisterial.
Sin embargo, en sus reuniones plenarias con varias delegaciones, los enviados del SNTE se paran el cuello y dicen, como su líder Cepeda, que el reglamento ya ha sido aprobado y avalado por el tribunal correspondiente. ¡Eso es una total mentira!, ya que dicho organismo aún no ha dado ni la toma de nota y mucho menos ha aprobado un reglamento amañado y hecho de acuerdo a los deseos del Comité Ejecutivo Nacional.
Cepeda y camarilla pretenden utilizar las secciones 31 de Tlaxcala y en la 21 de Nuevo León como conejillos de indias, y si éstas le funcionan de acuerdo a su conveniencia, seguirían con la 32 de Veracruz. Y es que este señor se llena la boca al decir que no aceptará intromisión alguna en el sindicato, no obstante permitió la intromisión de Esteban Moctezuma y antes la de Aurelio Nuño y del fallido José Antonio Meade. Esa es una de tantas contradicciones y mentiras que dijo en el pleno de la sección 4 de Campeche. ¡Chulada de líder mentiroso!
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