Sergio González Levet / En la más reciente ocurrencia mediática del presidente Andrés Manuel López Obrador (no digo la última porque ésa deberá ser el 30 de noviembre de 2024, si el pueblo bueno y sabio no termina exigiéndole que se reelija, dios no lo quiera), los puentes vacacionales fueron las víctimas de la atención pejista, y de inmediato muchas voces turísticas y empresariales saltaron, acusando que terminar con la costumbre de hacer feriado el lunes más cercano a la fecha celebratoria implicaría para ellos perder el flujo de ganancias que les dejaban los fines de semana largos.
No tardó AMLO en terminar de expresar su ocurrencia del día y ya le estaban reprochando que una vez más tomaba una medida que afectaba a las cuentas, esta vez de un sector importante de la economía nacional, el del turismo.
Se lamentaron los quejosos que en 2021 ya no habría los puentes vacacionales hechizos que les darían un respiro a sus ingresos. Solamente que se apresuraron en su queja, porque no se tomaron la molestia de revisar el calendario del año entrante.
Y es que resulta que de acuerdo a como caerán las fechas de asueto en ese año, solamente habría un fin de semana largo hechizo, si se siguiera haciendo como hasta la fecha.
Veamos, el 1º de enero de 2021 caerá en viernes, e igualmente lo hará el 5 de febrero. Ahí están los dos primeros puentes otorgados por la gracia del calendario.
Para peor, el 21 de marzo será domingo y no habrá hacia dónde hacerse, porque ni modo que se otorgara el descanso un día después.
El 1º de mayo, con todo y desfile obrero, se celebrará también en sábado, así que nanay con este puente.
Por fin, el 16 de septiembre podría operarse el tan citado recurso, y hacer feriado el 13 de septiembre, que es fecha histórica también, pero ni modo que no se celebre el Grito la noche del miércoles 15 y que tampoco haya marcha militar en 16.
Luego viene el día de la Revolución Mexicana, con su desfile atlético y la entrega de los premios nacionales del deporte, el 20 de noviembre, que cae… en sábado.
El día de asueto que resta, de acuerdo a lo que marca la Constitución, es el 25 de diciembre, y pensarán que estoy bromeando si les digo que cae también en sábado, pero es cierto.
Hay dos fechas religiosas que son casi días feriados, porque muchos tienen la costumbre de descansar en ellas, en abono a dios: los días de muertos y la celebración de la Virgen de Guadalupe.
Bueno, el 1º y 2 de noviembre son lunes y martes, así que no cabría hacer ningún ajuste, y los hoteleros y restauranteros podrán esperar buenos flujos de visitantes en ese fin de semana de cuatro días, larguísimo.
Y el 12 de diciembre, día de la Virgencita mexicana, que muchos consideran pecado mayor no respetar, ¡caerá en sábado!
Es posible que los creadores de ocurrencias, cajas chinas o petardos para AMLO hayan revisado el calendario del próximo año, y de ahí se les… hummm… “ocurrió” la idea de que el Presidente se fuera en contra de los puentes hechizos, que como tantas otras cosas del pasado pre-transformacionista él quiere borrar… sean buenas o malas.
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