México en franca recesión económica

AMLO
Andrés Manuel López Obrador FOTO: WEB
No hay consumo, empleo ni inversión
Vamos mal y apenas se acerca lo peor

Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / AUNQUE EL Presidente Andrés Manuel López Obrador dice que no le importa mucho que no haya crecimiento en el País, ya que los parámetros con lo que se mide (el crecimiento) fueron mediciones que se usaron en el periodo neoliberal, y justifica que puede no haber crecimiento pero sí desarrollo y bienestar, optando por el auto engaño antes que aceptar la triste realidad por la que atraviesa el País, para los expertos en finanzas y economía México se encuentra ya en recesión, identificada ésta por el decrecimiento de la actividad económica durante un periodo de tiempo. Y es que oficialmente se considera que existe recesión cuando la tasa de variación anual del Producto Interno Bruto es negativa durante dos trimestres consecutivos, lo que antaño se conocía como el periodo de “las vacas flacas”, pero más allá de las vaciladas –para no caer en el mismo juego amlista-, la recesión es la fase del ciclo económico en la que a) La actividad económica se reduce, b) Disminuye el consumo y la inversión y c) Aumenta el desempleo, y en el País, se quiera o no aceptar se están experimentando los tres ciclos: 1.-De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en 16 Estados del País la actividad económica se fue a pique o se encuentra en número rojos, y entre estos destaca Veracruz, en suma, la mitad de las Entidades Federativas cayó en el tercer trimestre de 2019, y Baja California Sur registró la mayor contracción al desplomarse su actividad 9.6 por ciento respecto a igual periodo de 2018. Le siguen Tabasco, con una baja anual de 4.2 por ciento; Chiapas, con 3.4 por ciento; Nayarit, con 3.2 por ciento, y Zacatecas, con 2.9 por ciento. El Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE), con el que se mide el crecimiento de los Estados arrojó números rojos también en Campeche, Ciudad de México, Guerrero, Hidalgo, Estado de México, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Querétaro, Quintana Roo y Veracruz, lo que coadyuvó al decrecimiento del PIB a 0.01 por ciento en 2019. 2.-El consumo privado en el mercado interno se redujo 0.29 por ciento en Agosto, ligando su segundo mes con bajas, de acuerdo con cifras desestacionalizadas del Inegi. Los bienes importados cayeron ese mes 4.13 por ciento, siendo su peor desempeño en cinco meses. Esa misma caída se reflejó en el cuarto trimestre del año, y según la firma Consultores Internacionales, el aumento de precios en productos como refrescos, cerveza, tabaco, galletas, pan y leche como consecuencia del ajuste al impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS), hace previsible una disminución en el gasto y consumo de estos y otros alimentos básicos. Y si bien es difícil hacer la estimación en los efectos del consumo interno porque no son lineales, la gente puede mantener el consumo de un producto a costa de disminuir el de otros. 3.-Por segundo año consecutivo, desde que inició la presente administración, se perdió empleo formal en el País, y en diciembre de 2019 fue de 382 mil 210 puestos de trabajo. La mayor cancelación de plazas laborales en una década, según cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se registró en Diciembre de 2019 y fue en los empleos permanentes con 65.2 por ciento; el resto se dio en la parte de eventuales.

NO MIENTEN los expertos cuando sostienen que las recesiones se caracterizan por el empeoramiento de la economía durante al menos dos trimestres consecutivos, y México completó cuatro, lo que suele conllevar una disminución del consumo, de la inversión y de la producción de bienes y servicios, lo cual provoca, a su vez, que se despidan trabajadores y, por tanto, aumente el desempleo. Y algo que no tiene desperdicio: es muy común que la inflación baje en las recesiones (como ocurre en México) debido a la caída del consumo. En muchas ocasiones puede producirse deflación, la cual puede ser peligrosa si se entra en una espiral deflacionista. Cuando por el contrario, durante una recesión se produce una alta inflación, se conoce como estanflación. La estanflación produce el empobrecimiento de la población y dificulta la salida de la recesión. Dicho con otras palabras, hace más difícil que los gobiernos y bancos centrales adopten medidas efectivas para corregir la situación, que por fortuna no es el caso de México.

JOHN MAYNARD Keynes, economista británico considerado uno de los más influyentes del siglo XX, sostenía en sus teorías de política económica que una recesión económica se produce cuando las familias y empresarios pierden la confianza y dejan de invertir queriendo acumular liquidez. Cuando una persona decide hacer eso no ocurre nada, pero si todo el mundo quiere acumular efectivo, disminuye el gasto y la renta, lo que en el conjunto de la economía se traduce en quiebra de empresas, tiendas vacías y disminución del crédito entregado por los bancos. Y si a lo anterior se suma la inseguridad, un País en recesión con características inviables para la inversión se torna complicado y su economía tiende a mayor decrecimiento por el cierre de empresas y comercios, como ha ocurrido en muchas partes de México sin descartar el Estado de Veracruz. Keynes, fallecido en Abril de 1946, sostenía que los años anteriores a una recesión suelen ser años de bonanza económica. Como refleja la teoría de los ciclos económicos, la economía se compone de fases, en las que primero crece y luego decrece, y la recesión es la fase en que la economía decrece.

NO ES secreto –pese a otros datos que tiene el Presidente- que la caída en el Producto Interno Bruto del último cuarto del año se explica por el deterioro de la actividad industrial, sobre todo la automotriz y otras ramas de la manufactura que completó cinco trimestres consecutivos en contracción, y un estancamiento prolongado del sector servicios que se extendió por cuatro trimestres consecutivos, desde enero de 2019. Y aunque hay cierto repunte en la actividad productiva primaria, lo cierto es que México es un país de servicios y una economía industrializada manufacturera, en especial activa en el sector automotriz, y el despegue de actividades primarias es poco significativo para el conjunto de la economía.

Y AUNQUE AMLO no lo acepta, el resultado del PIB en el primer año de gobierno de la Cuarta Transformación pasará a la historia como la primera vez en dos sexenios en que el Producto Interno Bruto (PIB) registra números rojos. El antecedente más próximo de una contracción en el PIB del primer año de gobierno de una administración está en la gestión del entonces Presidente Vicente Fox en el año 2001, cuando la actividad económica se contrajo también en 0.1 puntos del PIB, una caída que en ese momento respondió al impacto mundial que tuvo a su vez el deterioro del PIB de Estados Unidos, precipitado por la serie de ataques terroristas que se presentaron en septiembre de aquel año. En fin, vamos mal y viene lo peor. OPINA [email protected]

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