Se sabe que el convenio incluía una diputación federal para Juan Díaz de la Torre, sin embargo, el voto de castigo de los maestros acabó estrepitosamente con sus aspiraciones tropicales. Hoy que se sienten las ráfagas de la Cuarta Transformación morenista, Alfonso Cepeda Salas se declara más papista que el Papa al ponerse de tapete ante el presidente, piensa que con esa actitud servil y abyecta se granjea el ánimo del Ejecutivo federal.
Lo cierto es que hasta el momento no hay voces críticas que digan lo que está bien o mal del Nuevo Modelo Educativo, que vino a sustituir a la mal llamada Reforma Educativas. En lo sindical, es necesario que el SNTE ponga a la vista las condiciones laborales, es inevitable que la titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social haga su chamba de manera seria y conmine a Cepeda Salas a actuar con honestidad y transparencia ante el magisterio nacional. Sólo así se estaría dando los primeros pasos para democratizar al gigante magisterial.