¿Cómo está eso? En un principio eran nuestros hermanos centroamericanos, seres humanos que tenían derecho a buscar una mejor forma de vida. Por ello, al principio del gobierno de López Obrador les abrimos los brazos y les dijimos: «Bienvenidos hermanos centroamericanos». Ah, pero ya saben cómo dice el dicho: «El hombre pone, dios dispone, llega el diablo y todo descompone». Y en este caso “el diablo” se llama Donald Trump, quien amenazó al gobierno de López Obrador con imponer aranceles (impuestos) a productos mexicanos, si el gobierno no hacía nada por detener a los migrantes desde la frontera sur.
Después de pensarlo un poco, el gobierno de México ordenó 26 mil guardias nacionales para detener las caravanas de migrantes. Desde el pasado fin de semana han estado llegando a la frontera de México con Guatemala miles de migrantes que buscan cruzar el país para llegar a los Estados Unidos.
Esta vez el gobierno de México no les abrió las puertas, antes bien les lanzó gases lacrimógenos y a elementos de la Guardia Nacional. Los desesperados migrantes, a quienes les dicen que esperen para dejarlos pasar uno por uno, cruzaron por el río Suchiate y ahí también fueron detenidos. Otra queja de hacen los migrantes es que de todos modos, los que intentan pasar de manera legal, son devueltos a su país.
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