Cabe destacar que el cuentahabiente, al ser asaltado, regresó al banco reclamándole a la cajera que ella sabía la cantidad que él había sustraído de su cuenta bancaria. La seguridad de este hombre al reclamarle a la chica fue porque los ladrones sabían exactamente la cantidad que el llevaba en la bolsa, cantidad que supuestamente solo sabía él y la cajera. Otro punto que el cuentahabiente señala es que la cajera le pidió tiempo al cliente para darle billetes de 500; tiempo en el cual el cliente sospecha que la chica mandó mensajes a los delincuentes.
En los últimos días las autoridades reportaron la detención de un implicado en el caso, quien es acusado del delito de portación de arma de fuego y de droga. También se investiga la participación de otros dos sujetos que hicieron dos robos. Hasta el momento no se ha encontrado alguna prueba de que la cajera estuviera de acuerdo con estos hombres para darles el pitazo. ¿Por supuesto, al banco no le conviene que una de sus trabajadoras este implicada en este delito?