Si de eso se trata, el gobernador de Veracruz va a andar todo el 2020 de gira por los diferentes estados, aprendiendo a administrar, a liderear, a cumplir con su palabra, a no ser tan burlón con los periodistas; va a tener que ir a la Academia de la Lengua para ver si le curan su dislexia verbal.
Lo más triste es que a fines de 2020 regrese sin haber aprendido nada, porque si en un año de gobierno no ha logrado ni siquiera darse cuenta de quienes lo están poniendo en mal, pues el año se lo va a pasar en vela, sin darse cuenta como llegará el 2021, existiendo ya la posibilidad de que lo releven del cargo; ¡y ni siquiera se va a dar cuenta!