Resulta que Luisa María Alcalde Luján, titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) salió a dar la cara con el asunto de la democratización en Pemex. Para la titular, fue muy fácil salir a decir que aún no se le da la toma de nota a Manuel Limón Hernández, dedo chiquito de Carlos Romero Deschamps. «El próximo secretario general del Sindicato Petrolero deberá de ser electo de manera democrática, a través del voto personal, libre, directo y secreto. La STPS en coordinación con Segob verificará que la convocatoria se emita este mismo año y la elección se realice conforme a la nueva ley», explicó.
Y es que, es bien sabido que este personaje (Manuel Limón Hernández) fungió como secretario del interior del sindicato y estuvo directamente relacionado con las indagatorias del Pemexgate. Además, sus antecedentes no son nada halagadores, ya que en el 2002 un juez ordenó su aprehensión, junto con otras cinco personas, por un desvió de mil 100 millones de Pemex al sindicato.
Por esa razón era necesario que Luisa María Alcalde Luján diera santo y seña de porqué supuestamente se le había entregado el aval y la toma de nota para que un personaje de esta calaña siguiera al frente del sindicato petrolero. Por lo pronto, los trabajadores ya están informados que en este mismo año habrá elecciones y un nuevo secretario.
Y es que resultaba sospechoso que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social hubiera aceptado los borrones y tachones que hicieron estos señores a los estatutos para poder quedarse hasta el 2024. Si esto quedaba así, tenga por seguro que el interino que está despachando en el SNTE, querría seguir el mismo caminito.
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