Y es que, es bien sabido que este personaje (Manuel Limón Hernández) fungió como secretario del interior del sindicato y estuvo directamente relacionado con las indagatorias del Pemexgate. Además, sus antecedentes no son nada halagadores, ya que en el 2002 un juez ordenó su aprehensión, junto con otras cinco personas, por un desvió de mil 100 millones de Pemex al sindicato.
Por esa razón era necesario que Luisa María Alcalde Luján diera santo y seña de porqué supuestamente se le había entregado el aval y la toma de nota para que un personaje de esta calaña siguiera al frente del sindicato petrolero. Por lo pronto, los trabajadores ya están informados que en este mismo año habrá elecciones y un nuevo secretario.
Y es que resultaba sospechoso que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social hubiera aceptado los borrones y tachones que hicieron estos señores a los estatutos para poder quedarse hasta el 2024. Si esto quedaba así, tenga por seguro que el interino que está despachando en el SNTE, querría seguir el mismo caminito.