El asunto es tomarse la foto y quedar como en funcionario digno de llegar al cielo por buena gente. Esta práctica no es exclusiva del secretario de Educación. Muchos funcionarios públicos o miembros de asociaciones civiles regalan esos juguetes sólo para tomarse la foto y sentir que están haciendo algo para cambiar el mundo.
Felicitaciones a los padres de familia que de manera anónima se sacrifican para entregar un regalo a sus hijos y hacerlos felices en ese día que les pertenece; felicitaciones a las asociaciones civiles que entregan esos regalos a niños de escasos recursos sin necesitar de una cámara fotográfica que los retrate disfrazados de buenas gentes. Ya lo dice la Escritura: «Cuando des un don, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha».