Señala el policía de la unidad robada que fue cosa de segundos lo del descuido de la patrulla. Dijo que se le había antojado un refresco y una torta, pues necesitaba comer para seguir con el patrullaje de todos los días y por eso bajó a comprar. En lo que estaba en la tienda escuchó como prendían su unidad y pudo ver como un sujeto en el interior la conducía.
El policía dio aviso a sus compañeros para que se pusieran en marcha y poder así atrapar a este sujeto. Fue después de algunas que lograron localizar a la unidad robada. Cuando la encontraron el sujeto que se la había llevado estaba comprando cervezas en una tienda muy quitado de la pena. La unidad fue recuperada y al sujeto se lo llevaron a los separos, en tanto al policía le llamaron fuertemente la atención por descuidar su unidad, dejando las llaves puestas y las luces encendidas.