Y uno no puede defenderse, porque si matas en defensa propia al sujeto que intentó secuestrar a tu hijo, te meten a la cárcel. Un día después de que López Obrador vino nuevamente a darle una sobada en la espalda a su hijo discapacitado, la violencia en Veracruz le esputa en la cara ese gesto imbécil. La mañana de este lunes un comando armado asesinó a Rafael Pacheco Molina, quien fue tres veces alcalde de Paso del Macho, Veracruz.
De acuerdo con reportes periodísticos, cuando el exalcalde transitaba por la Avenida Nacional, cerca de su domicilio, un grupo armado llegó directamente contra él y lo asesinaron a mansalva; ahí quedó dice el reporte, cerca del restaurante Taurus, a una cuadra del palacio municipal. El hecho es lamentable, pero no es aislado. En el norte, de Veracruz los cobradores de piso siguen extorsionando a los ciudadanos, rafaguean sus domicilios como forma de presión para que paguen lo que piden.
Y en caso de no pagar, arrojan los cuerpos en los páramos donde la gente pueda encontrarlos y entender el mensaje. Este es el Veracruz gobernado por un sujeto discapacitado al que el padre amoroso, inconsciente, sigue haciéndole creer que como en el país, las cosas marchan bien en Veracruz.
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