Armando Ortiz / ¿Dónde está el secretario de Gobierno de Veracruz? ¿Dónde anda el famoso Bola 8, quien debía mandar al menos a su subsecretario de gobierno a dialogar con los pobladores de Acultzingo para que liberen la carretera federal Puebla-Veracruz? Lo pobladores tenían tomada la carretera exigiendo la liberación de Ramón “N”, quien quitó a la vía a uno de los sujetos que intentó secuestrar a su hijo. Para muchos veracruzanos la acción llevada a cabo por don Ramón fue en defensa propia, por ello exigen que el señor de 66 años, exmilitar, sea liberado y no se le someta a ese año de prisión preventiva que de manera expedita un juez ha dictado. ¿Quién liberó esa vía? Pues tuvo que ser el secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado, quien hasta lo publicó en su Facebook, así como echándoselo en cara a Éric Cisneros Burgos: “Esta tarde dialogué con manifestantes que bloqueaban la Carr. Fed. Puebla- Veracruz, exhortándoles presentar recursos ante un juez para contribuir en el correcto proceso de Ramón “N”, logrando un acuerdo para liberar dicha vía. como lo ve, El diálogo es fundamental para la construcción de un estado de paz”. Así el secretario de Seguridad Pública haciendo labores de política interna y todo porque Éric Patrocinio Cisneros Burgos, quien ya vio que en Veracruz lo detestan, se fue a Baja eslogan de un programa: California, para ver si ahí si lo dejan ser gobernador. Como dice el “Se vale soñar”
Ramos Alor dijo que lo del dengue era un circo, el, gobernador dijo que se combatió de frente; alcaldes reportan miles de enfermos en los municipios
Como hemos venido señalando, el gobierno de Veracruz intenta ocultar el sol con un dedo, en el caso del secretario de Salud y del gobernador de Veracruz, su intento de ocultar la realidad es echarles la culpa a los otros o de plano negar la realidad. A pesar de que Veracruz, en las estadísticas del Sector Salud, siempre estuvo en el primer lugar de enfermos de dengue, Roberto Ramos Alor se atrevió a acusar que todo fue un circo mediático causado para desprestigiar la buena labor que el como secretario ha llevado a cabo. El gobernador de Veracruz fue más cínico. Dijo, a pesar de que el nunca miente, que al problema lo atacaron de frente, cuando los informes mostraban que no lo hicieron a tiempo y que cuando empezaron labores de prevención, ya era demasiado tarde. Por ello la gran cantidad de muertos y enfermos en todo el estado. Un ejemplo de esto último es lo que señala alcalde de Tezonapa, Luis Arturo Sánchez García, quien afirmó que en su municipio “son más de 2 mil los habitantes que padecen los estragos del padecimiento que se trasmite por el piquete de un mosco”. El alcalde también señaló la deficiencia en los servicios de salud en la zona, donde sigue la escasez de medicamentos, así como de especialistas. Como puede ver, la verdad, como los muertos, tarde o temprano sale a flote.
Estados Unidos no está pidiendo permiso, va a imponer inspectores laborales; ya verá Donald Trump de qué manera amaga
¿Cómo es posible que se hayan dejado engañar? Una vez firmado el nuevo tratado de libre comercio, T-MEC, México echó las campanas a vuelo; hizo gran alharaca y felicitó a los negociadores, quienes, ahora nos damos cuenta, fueron chamaqueados por el gobierno de los Estados Unidos. Después del festejo, el gobierno de Donald Trump pidió al Congreso de su país autorización para nombrar a inspectores laborales, quienes se encargarán de que los dispuesto en el rubro laboral del T-MEC se cumpla al pie de la letra. Está tan seguro Estados Unidos de lo que está solicitando que ni siquiera le preguntó al gobierno de López Obrador si estaba o no de acuerdo. Por supuesto, el subsecretario de Asuntos para América del Norte, Jesús Seade, quien se supone había estado muy pendiente de las negociaciones, ya pidió explicaciones al embajador Robert H. Lighthizer, representante comercial de Estados Unidos, sobre los inminentes inspectores laborales, asegurando que en eso no habían quedado. Por supuesto, entre más fuerte pegue el grito al cielo, más evidente podría ser la derrota diplomática de México. Pues para echar abajo la oposición a esos inspectores laborales, bastará con que el presidente Donald Trump amague con llamar terroristas a los narcotraficantes mexicanos, o sino ya se le ocurrirá otra artimaña, de modo que México tendrá que ceder.
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