La secretaria de Turismo de Veracruz no parece “varita de nardo”, pero al parecer su apariencia no le preocupa; siempre que siga manteniendo ese 331 por ciento de aumento en el turismo internacional en Veracruz, sus problemas alimenticios siempre pasarán a segundo plano.
Es más, la señora, con esa eficiencia que ha demostrado, puede cargar al erario público todas la comida chatarra que consuma, ya sean Ruffles, papas, Halls, galletas, Barritas de piña, Paketaxos, Coca-Cola, kiiyakis cacahuate japonés Barcel, Sabritas adobadas, mini Barritas piña, Skwinkles rellenos sandia enchilada, galleta Emperador pirueta, galleta Arcoiris, chicle Trident uva limonada, Hershey’s almond king size, Peñafiel naranjada, Jolly Rancher macizo, cacahuate Mafer, Pelón peloneta, paleta caramelo Chupetin, Panzón tamarindo.
Todo lo que se le antoje a la señora secretaria lo puede cargar a cuenta de Turismo para que lo paguen los veracruzanos, no importa que se ponga más obesa; siempre tendrá la posibilidad de trabajar como botarga del Dr. Simi.
Aunque hablando en serio, qué poco saludable y qué corriente resultó ser Xóchitl “La Bailadora” Arbesú. Qué abusiva, pues se ve que la señora no piensa gastar ni un sólo peso de su sueldo, que no es poco, pues cree que hasta su apetito compulsivo o debe de pagar la honesta Cuarta Transformación.
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