Se cae con esto el mito de la austeridad, el mito del buen manejo de los recursos y queda en claro que este gobierno ni sabe manejar recursos de manera óptima, y que la austeridad sólo se exige a los niveles más bajos del gobierno; los niveles más altos ni se bajaron el sueldo ni eliminaron sus prestaciones, ni prescindieron de servicios onerosos como los guaruras, camionetas de lujo y grandes cuentas en restaurantes, todo cargado al erario público.
De modo que no queda de otra que valerse de la dialéctica y mandar un boletín para tratar de engañar a los veracruzanos, diciéndoles que esos dos mil 400 millones no son deuda, que sólo es un préstamo; como si los préstamos no se tuvieran que devolver, y en este caso con muchos intereses.