Por supuesto, en cuanto a incapacidad e ineficacia tienen un buen ejemplo a seguir: Cuitláhuac García. Pero entre todos esos han destacado unos cuantos, Xóchitl Arbesú, quien sigue proclamando el auge turístico en el estado; Hugo Gutiérrez Maldonado, quien cree que las ilusiones son resultados; Zenyazen Escobar, quien ha hecho de la Educación en Veracruz un gran negocio, y el peor de todos, Roberto Ramos Alor, quien permitió que Veracruz viviera en una crisis constante de salud por el tema del desabasto de medicamentos, el dengue, el tema de las hemodiálisis y las contrataciones de sus familiares.
Se ha pedido a cada uno de estos funcionarios que si tienen dignidad que renuncien. Pero no lo van a hacer, porque ellos tienen excusas, pero dignidad, esa no la conocen.