Lunes negro para Cuitláhuac García en Orizaba, se hace evidente la falta de tacto político, sensibilidad, colmillo o como quiera usted llamarle. Su graciosa huida, junto con la fiscal espuria, sólo reflejan sus inseguridades y falta de experiencia para tratar esos asuntos tan delicados y sensibles. Lo que el gobernador no comprende es que, para estos familiares, la herida esta aún abierta y no se ve para cuándo pueda cicatrizar. El haber dado la espalda a los familiares de las víctimas, lo exhibe a nivel nacional como un gobernante berrinchudo.
Al menos la revista Proceso hace un retrato de las víctimas, donde por un lado aparece la desesperación, la angustia y el llanto, y por el otro la frivolidad y desidia de un gobernante. Tenga la seguridad que ahora buscarán a colectivos para que comulguen con el gobierno, harán mesas de atención a víctimas a modo, con la intención de limpiar y reparar la maltrecha figura de Cuitláhuac García.
Lo que es un hecho es que el poco capital político que conservaba el gobernador veracruzano, en un santiamén se ha ido al bote de la basura. Ahora vendrá la simulación de atención a víctimas, no hay de otra, así se las gastan estos políticos de la Cuarta Transformación jarocha.
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