Lo peor de todo es que esta administración cierra los ojos al mal trabajo que ha hecho el encargado de seguridad y también está cegado con el trabajo de la encargada de la fiscalía que recomendó Éric Cisneros, otro funcionario que se pelea con todos y que tampoco entrega buenas cuentas.
Si Cuitláhuac García piensa que los veracruzanos se chupan el dedo y que automáticamente creerán las mentiras disfrazadas de su Primer Informe, sencillamente se equivoca. Las cifras de muertos por la guerra entre narcotraficantes, los levantamientos, cobros de piso y asaltos siguen en aumento, de eso pareciera que el gobernador no sabe nada.
Ojalá y de verdad Cuitláhuac García tuviera la capacidad para gobernar a los veracruzanos y que sus cifras alegres fueran una realidad. Ojalá y que sus colaboradores de verdad dieran buenos resultados, tenga por seguro que más de 8 millones de veracruzanos se lo agradecerían.