Mientras tanto el estado no avanza. El ineficiente secretario de Salud tiene con dengue a la mitad de los de veracruzanos; el secretario de Educación sigue haciendo sus negocios millonarios en lo oscurito; el secretario de Seguridad Pública no puede con la delincuencia en el estado; la secretaria de Turismo sigue maquinando cifras para verle la cara de tonto al gobernador; el secretario de Bienestar se la pasa denunciando a sus antecesores sin realizar su trabajo; los encargados de SIOP no tienen ninguna obra importante, sólo puros reencarpetados anuncian.
Y así, todas las dependencias del estado, realizando su trabajo al ahí se va, sin planeación, sin eficiencia, sin resultados. Por ello el gobernador del estado se encuentra en el fondo de las encuestas, como uno de los peores gobernadores del país. Y a pesar de ello se atreve a anunciar: “No habrá cambios en mi gabinete”. ¡Qué alguien me explique!