Sokolov llevaba una mochila en la que se encontraban dos brazos de mujer y una pistola. El hombre habría caído al río cuando intentaba arrojar las partes del cuerpo de la joven que fue su compañera, según los medios locales. El historiador habría reconocido su intención de deshacerse del cuerpo y de suicidarse públicamente, vestido de Napoleón en la Fortaleza de San Pedro y San Pablo, uno de los lugares más emblemáticos de San Petersburgo.
Sokolov habría declarado a los investigadores que mató, durante una discusión, a su compañera sentimental, Anastasia Eshchenko, quien vivía en su casa. Después la decapitó y cortó sus brazos y piernas para intentar deshacerse del cadáver. La policía descubrió en el domicilio de Sokolov el cuerpo decapitado de la joven de 24 años, con la sangre de su excompañera el historiador había firmado varios libros. Ahí mismo, en su casa, se encontró una sierra manchada de sangre con la que se supone decapitó a la joven Anastasia; Sokolov reconoció su culpabilidad. El historiador ruso actualmente se encuentra hospitalizado con hipotermia, ya repuesto de la embriaguez aseguró que lamentaba su acto y estaba dispuesto a cooperar con la policía.