Eso pudo haber hecho Evo Morales, quien en enero de 2005 ganó las elecciones de Bolivia y en 2006 inició su primer periodo como presidente, pero en 2009 buscó otro periodo y también en 2014. El desgaste de Evo Morales fue tremendo, tanto que esta vez que quiso prolongarse como presidente en un cuarto periodo los bolivianos salieron a la calle a pedir la destitución del presidente quien, de ser un líder campesino muy querido por sus connacionales, terminó siendo un tirano repudiado que se quiso perpetuar en el poder.
El problema ahora será que Evo tendrá que pedir asilo, seguramente a México, pues es seguro que sus opositores van a buscarle corrupción, y se la van a encontrar. Corre el riesgo de vivir siempre buscado por la justicia bolivariana. Pero pudo ser un prócer, pero prefirió ser un tirano.