¿Golpe de estado? AMLO y la fábula de “Las ranas pidiendo rey”; ¿es el presidente un troco viejo e inútil?

Golpe
Andrés Manuel López Obrador y la fábula de Las ranas pidiendo rey de Esopo FOTO: WEB
- en Carrusel, Estatales

Armando Ortiz / Hablando del presunto golpe de estado que se gesta en contra de su gobierno, el presidente López Obrador mandó un mensaje a los mexicanos en su cuenta de Facebook que termina con esta frase: “Aquí no hay la más mínima oportunidad para los Huertas, los Francos, los Hitler o los Pinochet. El México de hoy no es tierra fértil para el genocidio ni para canallas que lo imploren”, consideró. Y sugirió leer la fábula de Esopo ‘Las ranas pidiendo rey’”. ¿A qué fábula se refiere? Es una fábula de Esopo que en resumen relata la petición que unas ranas pacíficas hicieron a Zeus para que les diera un rey. Zeus hizo caso a sus reclamos y les mandó un tronco al estanque. Al darse cuenta que su rey era un tronco viejo e inútil, las ranas se indignaron y le reclamaron a Zeus un rey de verdad. Entonces Zeus les mandó una serpiente hambrienta y muy activa que las fue devorando una a una. ¿Qué debemos entender de esta fábula? ¿Qué los mexicanos somos unas ranas felices que nadamos tranquilas en nuestro estanque? ¿Debemos entender que el gobernante que nos ha tocado es un tronco viejo e inútil? ¿Debemos entender que la búsqueda de un buen gobernante nos puede llevar a que elijamos una serpiente activa que nos devore? ¿Qué quiso decir López Obrador con la fábula que nos recomendó?

No hay nada que temer, aunque el único que teme es López Obrador; le da por sentirse Francisco I. Madero

El presidente Andrés Manuel López Obrador levantó mucho polvo cuando habló de un supuesto “golpe de estado”. Lo dijo el día sábado, quizá movido por la información que algunos medios dieran a conocer sobre el descontento que existe en la Fuerzas Armadas del país. La revista Proceso en su número más reciente señala que hay “enojo y decepción” entre los miembros del Ejército. Todo ello derivado del mal manejo de la crisis por el fallido operativo en la captura de Ovidio Guzmán López. El Ejército fue exhibido en su incapacidad, cuando en realidad el operativo estuvo desde un principio mal planeado. Pero como el presidente no puede fallar, o al menos no se puede equivocar, entonces había que echarle la culpa a alguien y ese alguien fue al Ejército. Señala la revista Proceso: “La orden de liberar al hijo de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, la carga política del Ejército en el fracaso de la detención y la reacción contra las críticas a la estrategia atizan silenciosamente el bajo estado de ánimo entre la tropa y oficiales”. De ahí que el presidente hablara de un golpe de estado, razón por la cual recibiera duras críticas que lo obligaron no a rectificar, porque el presidente no se equivoca, sino a matizar su alarmista expresión. Ahora, en un mensaje lanzado en sus redes sociales, López Obrador trata de tranquilizar a los mexicanos diciendo que “vamos bien y no hay nada que temer”.

Emilio Lozoya, hijo de la tiznada. Usó la cuenta bancaria de su madre para hacer depósitos de Odebrecht y por ello la vincularon a proceso

Emilio Lozoya Austin es un hijo de la tiznada. En sus enjuagues con la empresa brasileña Odebrecht, Lozoya utilizó la cuenta bancaria para depositar ahí los sobornos que le otorgaba la empresa mientras él era director de Petróleos Mexicanos. La Fiscalía General de la República logró que un juez federal vinculara a proceso a la señora Gilda Austin, madre de Emilio Lozoya. Se pudo comprobar que en la cuenta de la señora de 71 años se depositaron 185 mil dólares que no son compatibles con los ingresos que como maestra particular recibía la señora. A pesar de ser vinculada a proceso y de merecer la cárcel, la señora Austin tendrá arresto domiciliario debido a su edad; la audiencia para su vinculación a proceso duró siete horas. Vale mencionar que todavía quedan pendientes por investigar otros depósitos que se hicieron a esa cuenta en los años de 2010 y 2015. Por su parte Emilio Lozoya sigue prófugo de la justicia, buscando la manera de con amparos, evitar que lo alcance la justicia mexicana. Pero involucrar a la madre en sus enjuagues llenos de suciedad, eso es no tener madre.

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