Recuerdo de Huichapan

Huichapan
Recuerdo de Huichapan FOTO: XALAPA ANTIGUO
- en Opinión

Jorge Díaz Bartolomé / El pueblo de Huichapan, en Hidalgo es conocido a nivel nacional por ser el sitio donde se conmemoró por primera vez el Grito de Independencia, por el Gral. Ignacio López Rayón y don Andrés Quintana Roo, el 16 de septiembre de 1812. Aquel evento tuvo lugar en “El Chapitel”, un edificio que formaba parte del conjunto conventual de San Mateo, hacia mediados del siglo XIX.

Pero ¿que sabemos del valle del Mezquital en los primeros años la conquista espiritual? Pues bien, los franciscanos evangelizaron la parte sur poniente del actual estado de Hidalgo, que comprende Cozautla, Nopala y Huichapan, a esta última llegaron en 1531; aquellos frailes celebraron su primera misa en una choza cercana a la población. Para recordar aquel acontecimiento, se labró la representación del jacal en la portada de la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe. El monumental conjunto parroquial edificado en el centro de Huichapan, está conformado por la Parroquia de San Mateo, la iglesia de Guadalupe y otra más de la Tercera Orden, las tres unidas por un gran atrio frontal, que sirvió como cementerio durante el virreinato.

En la relación de fray Antonio de Ciudad Rodrigo de 1585, menciona a Huichapan:

El convento está acabado, con su inglesia, claustro, dormitorio y huerta, en la cual se dan nueces y otras frutas y mucha hortaliza; riégase todo con el agua que sale de una fuente que nace dentro de la misma huerta, que es mucha cantidad; el edificio del convento es bueno y su advocación es de San Matheo; los frailes que en él moran son cuatro y todo es tierra templada

Posteriormente en el siglo XVIII con el poder económico del benefactor Manuel González de León, fueron edificadas la actual parroquia (1753-1763) y la capilla del Calvario (1751-1754). Otra joya de Huichapan es su Palacio Municipal, el cual se construyó sobre las Casas Consistoriales; su edificación inició en 1887 y fue obra del arquitecto Guadalupe Magos Rico y el canterista Prudenciano Reyes. Su exquisito trabajo elaborado con cantera de la región, se compone de un portal con arcos mixtilineos.

Cabe destacar que Huichapan no ha quedado exento del mercado negro de documentos antiguos, el “Códice Ueychiapa”, un manuscrito otomí realizado después de la conquista, entre los siglos XVI y XVII, atribuido a Juan de San Francisco, un noble otomí del pueblo de Huichapan; sin embargo, el arqueólogo Alfonso Caso identificó una firma en el reverso, que indicaba a Fray Felipe de Santiago. El códice fue robado del Museo Nacional en México, después, fue hallado en manos de un coleccionista de nombre C. C. James y hacia 1928 y 1929 fue devuelto al mismo Museo.

Uno de los mayores atractivos de Huichapan es el acueducto “El Saucillo”, una impresionante obra de la ingeniería con 14 espectaculares arcos que alcanzan los 44 metros de altura y 158 metros de longitud, el más alto de México. Su construcción la inició don Manuel González Ponce de Leon, en el segundo tercio del siglo XVIII; se le atribuye al arquitecto Antonio Simón. Lo curioso de este acueducto es que no cumplió su fin y fue utilizado únicamente como puente, para el traslado ganado.

Huichapan también lo recordaré por la hospitalidad de su directora de Turismo Adriana Magos, su domingo de mercado y su exquisita gastronomía en el restaurante “Los Arcos”, conocido por sus exquisitos chamorros y su chicharrón de res. Hasta siempre.

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