Armando Ortiz / ¿Qué excelentes resultados puede presentar un gobernador como Cuitláhuac García? ¿Un aumento del 331 por ciento en el turismo internacional? ¿El alquiler de 160 patrullas que nos costarán más caras que si las hubiéramos comprado? ¿La colocación de buena parte de su parentela, empezando por su primo Eleazar Guerrero, en puntos clave de su gobierno? ¿La no atención puntual a niños con cáncer? ¿La crisis de las hemodiálisis en Veracruz? ¿Las masacres de Viernes Santo en Minatitlán y la de Caballo Blanco en Coatzacoalcos? ¿Las 17 mujeres jóvenes asesinadas tan sólo en septiembre? ¿Informará el gobernador que Veracruz ocupó durante todo el año el primer lugar en feminicidios y en secuestros? ¿Informará de la nula campaña para concientizar sobre los peligros del dengue? ¿Sobre la no descacharrización ni la fumigación? (No se vayan a morir las abejitas)? En cuestiones de Cultura podrá informar que su secretario de Gobierno se convirtió en escritor y que con dinero de los veracruzanos anda promoviendo su plagio en diferentes estados del país. ¿Informará que por su enfermizo rencor se pasó por el arco del triunfo la legalidad en Veracruz sólo para quitarse a Winckler de encima? ¿Informará que todavía no logra conciliar su mente con su lenguaje? ¿Se disculpará por tanto dislate que ha soltado? ¿Informará que durante varios meses estuvo entre los peores gobernadores del país? Si no va a informar eso, entonces, ¿qué informará?
Como no está Winckler, ahora echan la culpa del dengue a los veracruzanos; ¿cómo es que en este año se incrementó un 600%?
¿En qué se parece Gloria Sánchez a Éric Cisneros Burgos? En que los dos tratan de exculpar al gobierno por la crisis sanitaria causada por el dengue. La primera, en su incongruencia, le echa la culpa a la lluvia y a los ciudadanos, el segundo, al no tener a Winckler para echarle la culpa de la plaga de dengue, mejor se desquita con los veracruzanos. Lo que deben tomar en cuenta estos dos funcionarios, es que en años pasados no hubo crisis sanitaria causada por el dengue. Este es el primer año en el que los casos de dengue se incrementaron en un 600 por ciento. ¿Cuál fue la diferencia? Pues que los gobiernos anteriores hicieron campañas a tiempo, descacharrizaciones a tiempo, fumigaciones a tiempo. El dengue no aumentó en Veracruz porque sus habitantes hayan cambiado sus hábitos sanitarios. Los hábitos sanitarios de las personas en las zonas donde hay más riesgo de dengue son los mismos, sólo que los focos de infección que corresponde eliminar al gobierno, no se eliminaron. Es por ello que el mosquito trasmisor del dengue se propagó en esas zonas y emigró a otras, contagiando a más personas que al mismo tiempo se volvieron en focos de infección. Que la senadora Gloria Sánchez, en su recién estrenada incongruencia, no trate de exculpar a un gobierno que en otros tiempos ella misma hubiera fustigado. Pero qué daño te hizo ser senadora Gloria, mejor te hubieras quedado como una respetable maestra jubilada.
Miguel Barbosa dice que él ganó la elección en 2018, pero que los Moreno Valle se la robaron; “pero los castigó Dios”. ¡Una soberana estupidez!
Vaya, vaya con Miguel Barbosa, el gobernador de Puebla, el consentido de Dios, quien toma su espada flamígera para castigar a quienes le roban las elecciones. Miguel Barbosa declaró frente a sus gobernados: “Todos los que ganamos el primero de julio de 2018, porque yo gané, me la robaron. Pero los castigó Dios”. Con esto Barbosa quiere dar a entender que la muerte de Rafel Moreno Valle y de su esposa, la gobernadora electa Martha Érika Alonso fue un castigo de Dios, un castigo merecido por robar la elección de gobernador en 2018; un castigo por confabular contra la bendita Cuarta Transformación; un castigo de Dios por meterse con sus favoritos. Miguel Barbosa se siente iluminado, y cuidado con aquellos que se metan con él, cuidado con aquellos que lo quieran quitar de la gubernatura, cuidado con aquellos que le quieran poner tropiezos, porque bastará que el profeta Barbosa alce la mirada al cielo, pida a Dios castigo para sus enemigos y un rayo flamígero aniquilará a sus enemigos. Pobre señor, no es que sea iluminado, lo que pasa es que su arrogancia no le deja ver su tremenda estupidez.
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