Eso fue lo que dijo el presidente en su conferencia mañanera, pero después tuvo que corregir, porque quien detuvo a Ricardo “N” fue la Fiscalía General de la República. Las consecuencias no se hicieron esperar, pero no para el estulto gobernador de Veracruz ni para sus asesores, sino para el fiscal que fue removido a los pocos días, mientras que al gobernador, vino el presidente a darle otro espaldarazo.
Un mes ha pasado de la masacre de Caballo Blanco, la Fiscalía General de la República dice tener ya resuelto el caso. Sin embargo, siguen esperando. Mientras tanto los familiares de los fallecidos acuden al lugar para llevar veladoras, rezos y lágrimas. Hasta el momento los veracruzanos sólo tenemos los nombres de los muertos, pero no de los que perpetraron la masacre.