Nadie los detuvo, porque cómo meterse con un grupo de manifestantes que enarbolan tan noble causa. ¡Cuidado con hablar mal de ellos! Porque merecen expresar el odio y resentimiento que guardan en contra de las autoridades que dieron muerte a 43 inocentes. Quemaron propiedad privada y propiedad pública. Quemaron librerías al grito de que “la lectura es para la clase burgués”. Se fueron sobre la entrada del Palacio Nacional y dañaron la puerta.
Nadie les hizo nada, nadie los detuvo, nadie los acusará de nada porque López Obrador se pudo la camiseta de su causa y eso les da permiso para vandalizar. Así recuerdan a los 43 estudiantes asesinados en Ayotzinapa, así conmemoran cinco años de su desaparición. Nosotros nos preguntamos, ¿es merece la memoria de los 43 de Ayotzinapa la manifestación de hoy?