Esa postura contrasta con el descontento que va en aumento entre el magisterio nacional por los malos manejos y la falta de representatividad ante el nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Si bien es cierto que convocó a los maestros a diferentes foros para discutir las Leyes Secundarias, la CNTE le comió el mandado ésta se puso los laureles.
Lo cierto es que cada día la presión para Cepeda Salas va en aumento y sus seccionales no le están echando el hombro como se esperaba. Se sabe que el dirigente nacional les permite a los seccionales que sigan haciendo sus enjuagues y trastupijes con las autoridades estatales. ¡Total!, lo que realmente importa es tener el poder y el apoyo de los seccionales acomodaticios.
Sin embargo, no se debe descartar el trabajo político que se gesta en la Secretaría de Gobernación para que, de manera “voluntaria”, Alfonso Cepeda Salas tome sus chivas y vaya preparando la convocatoria para la renovación del Comité Ejecutivo Nacional del SNTE. No hay de otra, los vientos de la Cuarta Transformación así lo exigen.