Forcejearon con ella y al resistirse al asalto la asesinaron con arma blanca punzocortante. Sus amigos dicen que a Alexandra le gustaba convivir con ellos los fines de semana. Cuando los paramédicos de la Cruz Roja llegaron ya Alexandra Dámaris no tenía signos vitales. Su madre llegó a reconocer el cuerpo; ahí vio en un charco de sangre a su hija de 18 años. Algunos testigos aseguran que los asesinos huyeron hacia la carretera Tinaja-Ciudad Alemán.
De este crimen y de los criminales que lo cometieron nos vamos a enterar muy poco, pues ya la titular de la Fiscalía ha dicho que esta dependencia no va a informar sobre los avances del caso. Ni siquiera nos vamos a enterar si atraparon a los asesinos o si el crimen quedó impune. Todavía resuena en nuestros oídos la respuesta del gobernador cuando le preguntaron por el crimen de una mujer en Coatepec: “Cuando estaba Winckler sucedían cosas peores”.