En su visita a la Fortaleza de Perote el gobernador Cuitláhuac García se encontró con un grupo de mujeres que suplicaron les ayudara con el problema del desabasto del agua, y es que le dijeron al gobernador que el alcalde de Perote, Juan Francisco Hervert Prado, no los atiende. Las mujeres le explicaron al gobernador que desde hace tiempo hay desabasto del vital líquido, el cual necesitan para su higiene personal, el de sus casas y negocios.
Las mujeres dijeron a Cuitláhuac García que las pipas les cobran mil 200 pesos por viaje para surtirles agua. Usted ha de pensar que el empático gobernador comprendió de inmediato la gran necesidad de este grupo de mujeres; usted pensará que el gobernador de inmediato llamó a uno de sus colaboradores para que solucionara el problema de sus gobernados; usted pensará que el gobernador se comprometió a abastecer de agua el municipio de Perote.
Pues no. Antes bien, el insensible gobernador les dijo: “Sí, ya les dije que va a haber una reunión. Pero a ver, ustedes me tienen que ayudar. ¿Quién le robo las baterías a las pipas? Estamos llevando agua con las pipas y a las tres pipas les robaron las baterías”. Ayúdenme a investigar quién fue. Ustedes saben. Ustedes preguntando saben quién fue. Porque les robaron las baterías. ¿Cómo vamos a llevar agua si le roban las baterías?”. Así las cosas con el gobernador, quien en lugar de solucionar los problemas, culpa a las mujeres, como si estas fueran las que robaron las baterías de las pipas que les abastecen el agua.
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